viernes, 21 de octubre de 2011

Tal véz nunca te he dado TODO lo que esperábas ♪.

*•. A lo mejor era por eso que no podía llorar, comprendió, clavando los ojos, totalmente secos, en el techo. Porque ¿de qué servía llorar cuando no había nadie allí para consolarla? Y lo que era peor, ¿cuando una no podía consolarse a sí misma

No hay comentarios:

Publicar un comentario